Ortega y su Pacto con el sector privado: Un esquema agotado

Extracto del Libro "Libertad Económica en el Mundo - Edición Centroamérica 2016 
(Maradiaga et. al.) 

Al momento de la publicación de este libro (Marzo de 2017), las implicaciones futuras del Nica Act en el desempeño de la economía de Nicaragua son inciertas. La iniciativa de ley aún debe ser considerada por el Senado de los Estados Unidos de América y, de ser aprobada, firmada por el Presidente de turno para ser implementada. Lo cierto es que la serie de decisiones políticas[1] que antecedieron el Nica Act han puesto en cuestionamiento el supuesto pragmatismo de Ortega en su relación con el sector privado. Las principales cámaras del sector privado como COSEP y la American Nicaraguan Chamber of Commerce (AMCHAM), emitieron comunicados de prensa que revelan preocupación ante el comportamiento cada vez más autoritario de Ortega y el subsecuente deterioro de la institucionalidad. A la vez, es posible intuir que buena parte del sector privado de Nicaragua está empezando a cuestionarse la viabilidad de largo plazo del pacto con Ortega.

Desde que Ortega llegó al poder en el año 2007, una de sus prioridades ha sido construir una sólida relación con los principales exponentes del gran capital en Nicaragua. Como presidente electo el 15 de diciembre del 2006, uno de sus primeros actos fue sostener una reunión con los miembros del COSEP para definir los "ejes de desarrollo" de su gobierno. La reunión se llevó a cabo en el campus Francisco de Sola del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), el centro de estudios superiores de negocios más prestigioso de Centroamérica y de gran simbolismo por estar vinculado, desde sus orígenes, a instituciones como Harvard University, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y los principales familias empresariales de la región.

Simbólicamente hablando, la reunión de INCAE significó el inicio de un pacto de Ortega con el gran capital. En ese encuentro participaron empresarios de gran peso que por décadas habían estado en lados políticamente opuestos con Ortega y que en muchos casos habían sido los principales financiadores de los partidos políticos que por 16 años habían derrotado al FSLN en las urnas. En esa ocasión Ortega afirmó “Esta es una reunión sin precedentes… Este es el inicio de una gran alianza, para convertirla en acciones."[2]

El acuerdo fue recibido con optimismo por diversos sectores del país, aún entre críticos de Ortega, que vieron con buenos ojos el compromiso del caudillo otrora enemigo de la empresa privada a no repetir sus acciones del pasado contra la propiedad privada. El pacto con el sector privado también suponía—desde la perspectiva de grupos empresariales importantes—una oportunidad para mantener a Ortega dentro de las reglas del juego democrático.

Una parte central del pacto con el sector privado fue darle al COSEP el carácter de un ente de consulta con el gobierno para la elaboración de leyes y reglamentos. Del 2008 al 2013, el COSEP y el gobierno trabajaron conjuntamente en la elaboración o búsqueda de consenso de 68 Leyes y diferentes Reglamentos del ámbito económico. Actualmente el COSEP participa en 39 instancias público–privadas. Este modelo de alianza “Gobierno-Sindicatos-Sector Privado” fue formalizado en la reforma constitucional del año 2014 y en la aprobación de la Ley de Asociación Público-Privada, en octubre de 2016.

Si bien este modelo de alianza gobierno-sector privado parecía alentadora a primera vista, en la práctica ha significado la pérdida de relevancia del Poder Legislativo como el espacio político para la negociación y búsqueda de consensos, como corresponde en una democracia republicana. Además de tener una súper mayoría parlamentaria de 62 diputados que surgieron de las cuestionadas elecciones del año 2011, el modelo de trabajo que existe entre el gobierno y el COSEP, ha hecho de que Ortega prácticamente no necesite negociar con los partidos representados en la Asamblea Nacional. Este esquema parece haber colocado al COSEP en una posición de cuestionamiento por parte de los opositores más críticos del régimen del Ortega, que ven en esa relación una actitud de complicidad frente al deterioro de la libertad en Nicaragua.

A la par del deterioro del clima político, la extraordinaria expansión de los intereses económicos de Ortega en Nicaragua son también una amenaza para el sector privado en Nicaragua. El enriquecimiento de la familia Ortega y de sus allegados ha alcanzado proporciones quizás nunca antes vista en la historia de los presidentes de América Latina, si se mide ese enriquecimiento en relación al tamaño de la economía del país. Según un análisis de más de 1,200 documentos elaborados por la gerencia de contabilidad y la Dirección de Proyectos de la empresa Alba de Nicaragua SA (Albanisa), realizado por el Semanario Confidencial, entre el año 2008 y 2014 el consorcio de Albanisa había manejado de forma discrecional más de $3,500 millones de dólares.[3] Ese cálculo parece inclusive conservador, como lo revela el libro “El Régimen de Ortega”[4] recientemente publicado por un grupo de investigadores nicaragüenses. En sus primeros años, el ámbito de acción económica de Ortega se mantuvo lejos de las industrias tradicionales dominadas por el gran capital Nicaragüense. Sin embargo, en pocos años las inversiones de Albanisa le han asegurado a Ortega y a su grupo íntimo el control de las industrias de generación y distribución de la energía eléctrica en todo el país, así como incursiones millonarias en otra veintena de industrias desde la construcción hasta la banca, el turismo y los servicios de seguridad privada.[5]




[1] En junio de 2016, el gobierno de Nicaragua expulsó del país al académico Evan Ellis, profesor del Strategic Studies Institute del Army War College y a dos funcionarios estadounidenses del Departamento de Aduanas. Ver La Prensa (16 de junio de 2016) “Ortega expulsa a tres funcionarios estadounidenses”, disponible en: http://www.laprensa.com.ni/2016/06/16/politica/2053243-nicaragua-expulsa-a-tres-funcionarios-de-estados-unidos
[2] Ver nota de la agencia ACAN-EFE (16 de diciembre de 2016) publicada en el diario La Nación de Costa Rica: “Daniel Ortega acuerda con empresarios ‘ejes desarrollo’ para atacar pobreza. Disponible en http://wvw.nacion.com/ln_ee/2006/diciembre/16/ueconomia-la12.html
[3] Ver la investigación de Iván Olivares (9 de abril de 2016), en tres entregas, “La alcancía de Albanisa” disponible en: http://confidencial.com.ni/la-alcancia-de-albanisa/
[4] “El Régimen Ortega” (octubre de 2016), Edmundo Jarquín, coordinador, publicado por PAVSA en Managua
[5] Ver  Octavio Enríquez (septiembre de 2015) Semanario Confidencial. “Albanisa, el Nuevo emporio” Disponible en: http://confidencial.com.ni/archivos/articulo/21956/albanisa-el-nuevo-emporio

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