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Mostrando entradas de marzo, 2010

El Sector Olvidado en la Modernización del Estado: El Caso de Nicaragua

Durante gran parte de la década pasada, la reforma del Estado se sustentó en el Consenso de Washington que prestaba especial atención, entre otros, a programas de disciplina fiscal, liberalización de la economía y privatización. Se procuraba, pues, la modernización del Estado a través de la reducción de la burocracia gubernamental y del gasto público, a la vez que se incrementaba la eficiencia y productividad. Con mucha razón, estas reformas han sido llamadas “de primera generación” y se aplicaron casi sin excepción a todas las instituciones públicas. Para muchos, el verdadero impacto de estos programas en el desarrollo y la gobernabilidad todavía es cuestionable aunque hay quienes pensamos que sirvieron de plataforma para cambios subsiguientes más profundos en la consolidación democrática a través de las reformas de segunda generación. El énfasis de esta nueva etapa de la modernización del Estado fue puesto en las políticas de transparencia, rendición de cuentas y acceso a la informac

La Enfermedad de la Dictadura

Una de las principales amenenazas a la vida humana es la resistencia microbiana; es decir, la inmunidad de virus, bacterias y microorganismos a los tratamientos antibióticos contra enfermedades infecciosas. Un virus resistente puede residir por años e incluso décadas en el huésped, esperando el momento en que las defensas de ese sistema estén tan bajas que le permitan tomar control absoluto del mismo. Lo que hace que estos microorganismos sean tan letales, es que el sistema inmunológico no los reconoce como invasivos hasta que ya es demasiado tarde. Similarmente, varios sistemas políticos en América Latina, han vivido una suerte de implantación pasiva de gérmenes autoritarios que más tarde que temprano adquieren, en el momento menos esperado, la forma de dictaduras. Tal es el caso del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, que el lunes 19 de octubre de este año, cual tórsalo enquistado en la débil fibra democrática del país, salió de su cascarón. No es de extrañarse que Dani