¿Están dadas las condiciones para un diálogo?

Alguien equivocadamente me acaba de decir: “Deja de ser político y no apoyes esta negociación”. Quiero aclarar: Si mi opinión fuera política, más bien me sumaría a las voces contra la negociación, que son claramente la mayoría y es la posición más popular.

Los políticos siempre dicen lo que las mayorías quieren escuchar; pero no me vayan a mal interpretar. Creo que las voces críticas tienen justificación, dada la historia de pactos y arreglos entre élites que ha marcado a Nicaragua. Las suspicacias tienen fundamento.

Sin embargo, mi voto de confianza a la Alianza Cívica, nace de mi profunda convicción personal y espiritual de que tenemos que hacer hasta lo imposible para salvar a Nicaragua de un conflicto aún mayor. Puede parecer ingenuo, pero la búsqueda de paz con justicia merece el sacrificio de volverse a sentar con el régimen, por poco popular que sea esa posición.

¿Están dadas las condiciones para un diálogo? Claramente no. Por eso decimos que esto ya no puede ser un diálogo. Tiene que ser una negociación rápida y enfocada en la salida de esta dictadura. No puede ser para darle oxígeno al tirano, que es lo que él quiere. Es ahí en donde una ciudadanía unida y vigilante, tiene el papel protagónico de esta lucha.

¿Están en esa mesa los sectores que deberían estar representados? No. Y eso nos preocupa.

Me costó mucho resistir mi indignación por la ausencia de esa mesa de diálogo del Movimiento Campesino, que fueron los verdaderos iniciadores de esta alzamiento cívico. Falta también la representación de las familias de las víctimas. Creo que ese es un error serio que en las próximas rondas se debe resolver. También se debe resolver la urgente necesidad de garantes internacionales.

Como ustedes saben, algunas voces sumamente críticas contra el régimen hemos siendo excluidas de varios procesos por considerarnos “extremistas” y “conflictivos”. A algunos se nos prohibió participar en la primera fase del diálogo y a otros se les ha excluido de esta segunda fase. Incluso, muchos de los más críticos están muertos, presos, o en el exilio.

Lo que el dictador no entiende, es que la lucha por salir de la dictadura no es una lucha de individuos. La lucha por la libertad de Nicaragua es un anhelo y compromiso colectivo, ciudadano, y diverso. Pueden haber enfoques y diferencias en el camino, pero no hay duda de cuál es la ruta: Unidad, Democracia, Libertad.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Adelantes Félix , gracias por tu aclaración.

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