¿Y nuestros presos políticos?
El régimen de Daniel Ortega, el día de hoy liberó a 1700 reos comunes bajo el beneficio de "Convivencia Familiar". No conozco el contexto de esos casos ni es mi intención juzgar si merecían o no gozar de ese beneficio. Sin embargo, resulta indignante el hecho de que la dictadura siga haciéndose de oídos sordos a la presión nacional e internacional para la liberación de los casi 70 presos políticos que mantienen encarcelados injustamente.
Es condenable que las familias de esos presos de conciencia, sigan soportando la zozobra de no tener noticias de sus reos. Es injusto sigan sufriendo el dolor por el secuestro de esos ciudadanos que están encerrados por ser opositores a la dictadura. Es además aberrante el hecho de que se les sigan violentando sus derechos humanos al mantenerlos prisioneros bajo falsas acusaciones, enfrentando torturas, tratos inhumanos e insalubridad (que en el contexto del Covid-19, es una violación adicional a sus derechos).
La doble moral de la dictadura al hacer alarde de un supuesto “compromiso cristiano de promover una unión familiar en estos días de reflexión” según manifestó la co-dictadora Rosario Murillo, insulta nuestra inteligencia. Resulta además inadmisible que otros miles de ciudadanos hayan tenido que recurrir a un exilio forzado porque, de estar en Nicaragua, muchos de ellos estarían bajo peligro de secuestro.
Esta lucha sigue, nos pertenece y nos sigue manteniendo unidos en nuestro deseo de alcanzar Justicia, Democracia, Libertad para Nicaragua. No vamos a descansar hasta ver libres a la totalidad de los presos políticos de Nicaragua.
Es condenable que las familias de esos presos de conciencia, sigan soportando la zozobra de no tener noticias de sus reos. Es injusto sigan sufriendo el dolor por el secuestro de esos ciudadanos que están encerrados por ser opositores a la dictadura. Es además aberrante el hecho de que se les sigan violentando sus derechos humanos al mantenerlos prisioneros bajo falsas acusaciones, enfrentando torturas, tratos inhumanos e insalubridad (que en el contexto del Covid-19, es una violación adicional a sus derechos).
La doble moral de la dictadura al hacer alarde de un supuesto “compromiso cristiano de promover una unión familiar en estos días de reflexión” según manifestó la co-dictadora Rosario Murillo, insulta nuestra inteligencia. Resulta además inadmisible que otros miles de ciudadanos hayan tenido que recurrir a un exilio forzado porque, de estar en Nicaragua, muchos de ellos estarían bajo peligro de secuestro.
Esta lucha sigue, nos pertenece y nos sigue manteniendo unidos en nuestro deseo de alcanzar Justicia, Democracia, Libertad para Nicaragua. No vamos a descansar hasta ver libres a la totalidad de los presos políticos de Nicaragua.
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