En defensa del estado laico
La Alianza
Evangélica Nicaragüense ha enviado una “solicitud al mandatario, para que por
medio de decreto o promoviendo una Ley en el parlamento se decrete a Jesús como
Señor y Rey de Nicaragua”. Para muchos, este acto simbólico puede parecer bueno
y hasta admirable, pero es un error que nace de poco entendimiento de la misma
Biblia. Muchas
denominaciones Evangélicas (no todas) están cometiendo el mismo error histórico
que ya cometió la Iglesia Católica hace muchos siglos cuando impuso una
religión oficial en nuestros países y se mezcló la iglesia con el Estado.
Cuando se le pide a un gobierno que “por decreto” se declare a Jesús como “Rey”
(aunque es un acto simbólico) están tergiversando el mensaje esencial que el
mismo Jesús dejó cuando dijo: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera
de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los
judíos; pero mi reino no es de aquí.” (Juan 18:36).
En la carta de Pablo
a los Romanos—dirigida a Cristianos recién convertidos que vivían en el corazón del
imperio Romano—el apóstol no les instruye a los fieles a ir por el mundo a tratar de imponer su fe a otros por medio del Estado. En los Evangelios y en todas las cartas Paulinas,
el mensaje es clarísimo: La fe y la relación con Cristo es una relación
PERSONAL de cada ser humano que le acepta y decide seguirle. Como seguidor de
Jesús como mi Maestro y Salvador, me entristece esta falta de conocimiento
bíblico, porque el fin del Estado laico no es sano para nadie, ni aún para las
iglesias Cristianas.
La nueva Ley de Dios
(que es el amor a como se explica en los Evangelios) es una ley “escrita en los
corazones” (ver Jeremías 31 y Romanos 2). No se trata de decretos oficiales. Es
más, Jesús dijo que hay que darle al Cesar (el Estado) lo que es del César, y a
Dios lo que es de Dios. Un decreto gubernamental que le señale como “Rey” no le
agrada a Dios, pues Él busca el cambio de corazones basados en el amor de Dios
y al prójimo sobre todas las cosas y no actos legislativos vacíos. Quizás
valdría la pena estudiar las causas que impulsaron la Reforma en tiempos de
Martín Lutero. O quizás la misma Iglesia Evangélica necesita vivir su propia
Reforma.
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Ver la noticia relacionada "Evangélicos piden a Jesús como señor y Rey de Nicaragua" http://canal2tv.com/evangelicos-piden-jesus-senor-rey-nicaragua/
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