¿Qué es vivir en el presente?
Vivir
en el presente es experimentar el flujo ininterrumpido de nuestra conciencia en
el Ahora. Dicho de otra forma, es disfrutar la existencia propia con la
serenidad que los pensamientos y ansiedades del pasado o las preocupaciones del
futuro, son una ficción que resulta de una interpretación torcida del tiempo y
del espacio: No hay nada más efímero que el pasado ni más incierto que el
futuro. Cada instante presente se convierte casi automáticamente en el pasado,
a un ritmo incomprensible para los sentidos. De igual forma, el futuro no es un
punto fijo en la línea del tiempo y más bien depende de nuestra posición
relativa en el universo.
Contrario
a lo que algunos podrían pensar, estar en el Ahora es la forma más estratégica
de vivir. El presente es real. Si estamos despiertos, el Ahora puede ser vivido
libre de pensamientos que operan como huellas del pasado o de ansiedades que
invaden la mente como especulaciones sobre futuro. El camino hacia la felicidad
requiere vivir en el Ahora porque ese es el único espacio-tiempo en donde ésta
se puede experimentar de forma legítima.
Al
estar libres de las ataduras de una noción rígida del tiempo, somos libres para
construir nuestro propio destino con la responsabilidad que implica asumir que
cada acto presente tiene consecuencias. Vivir en el presente es actuar con cada
uno de los sentidos abiertos a los estímulos de nuestro entorno pero a la vez
conscientes de que toda acción que nazca de nuestros pensamientos, tendrá su impacto correspondiente. Vivir en el presente es también la forma más
responsable de vivir.
Estar
presentes es estar despiertos. Al ser capaces de trascender las inercias que el
mundo exterior quiere imponer en la forma en que vivimos la vida, logramos
mayor libertad y flexibilidad de acción. Las costumbres no son por definición
ni malas ni buenas. Sin embargo, la aceptación mecánica de hábitos, sin una
reflexión adecuada de las implicaciones que cada práctica cotidiana tiene, es a
su vez una renuncia a experimentar el Ahora. Por su parte, la concentración óptima
de esfuerzo en la realización de las tareas que realizamos, es el resultado de
entender la dinámica de los hábitos sanos y la importancia de la flexibilidad
como un principio de vida. Vivir en el presente es la mejor forma de darle
orden y libertad a nuestra vida.
Finalmente,
estar presentes implica saber dar nuestra atención enfocada y sincera en el
momento preciso a cada persona que merece la dedicación de nuestras energías.
Para conectarnos con autenticidad a los demás, es imprescindible evitar que pensamientos
intrusivos del pasado o expectativas del futuro sean los que controlen la
dinámica de nuestras relaciones. Vivir en el presente es la mejor forma de
amar.
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