Papá, te quisiera contar que...
Con frecuencia escucho a algunos amigos/as, quejarse sobre sus padres. Cada quien tendrá sus razones para renegar o alegrarse por el progenitor que le tocó en la vida. No es extraño que existan papás con relaciones complicadas con sus hijos/as. Con los años he entendido que la formación de una masculinidad sana y de una paternidad responsable—o la importancia del diálogo intergeneracional—son temas del que pocas veces hablamos. Pero ese es un asunto para conversar en otro momento. Quisiera más bien referirme a las personas que tienen la bendición de tener a sus papás físicamente con ellos: Puede ser que tu papá este cerca o viva en la distancia. O que, a pesar de vivir cerca de vos, la comunicación entre ustedes dos no sea la mejor. Lo cierto es que la vida te ha dado la oportunidad de poder mirarle a los ojos para conversar o para hacerle las preguntas que siempre le has querido hacer y tenés guardadas todavía. O simplemente, para darle un abrazo o tomarte un café o una cerveza ...